Séptimo

Les conocí en un sauna, de estos muy antiguo en la ciudad, donde en teoría ligar no pasa porque se tiene demasiado claro aquello de "ser hombre".  Dijeron que eran del oriente del pais, que llevaban 11 años juntos.  Que el amor y el enamoramiento les nació en el año 2.

Sospeche desde la primera vez que me vieron; el más extrovertido, fijamente, sonriente e incitador, mientras que el otro, fue evasivo pero intenso cuando sus ojos me encontraban.  Estudie sus tatuajes sobre sus pubis.  Para mis adentros sonreí cuando descubrí un mismo diseño.

Llegaron a mi casa esa misma noche.  Comentaron que habías "cosas" que solo entre ellos hacían, que era su pacto amoroso cuando compartían con mas personas, como besar en la boca.  

Dijeron: "Sos el séptimo a quien invitamos".  Adentro, sentí el impulso de preguntarles ¿cómo el amor podía sostenerse por encima del tiempo? y ¿de qué depende que la alegría personal no se desdibuje del reflejo del otro, el amigo amado?  Pero me tranquilizó recordad la frase: "el amor es perfecto en su perfecta imperfección", rezada por el personaje de "la Muerte", en la cinta "El séptimo sello" de Bergman.

Al final callé.  Me expliqué que el amor es también la suma de nuevas variables, imperfectas, evidentes al momento del contacto y del encuentro de las sonrisas.






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